6.- La comprensión lectora
La lectura es una actividad básica para la construcción del saber o del conocimiento; se la considera un proceso que podríamos representar como un muelle en el que se dan procesos hacia delante y que nos permiten «predecir o adivinar (para los alumnos)» lo que el autor del texto presentará más adelante y de otra parte están los proceso retrospectivos cuya función será la de recoger de la experiencia del lector lo vivido por éste y que esté relacionado con lo que en un momento concreto de la lectura lee: se da un diálogo entre el lector y el libro o el texto que lee.
En este diálogo se establecen las características del alumno lector y el cual tiende a ser un «lector competente»; este sentido caben destacar dos tipos de lectores:
el lector ingenuo:
prescinde de la mayoría de buenas estrategias de la lectura eficaz: actualmente son desconocidas por los profesores o éstos no las saben aplicar.
El lector ingenuo es un lector que:
carece de experiencia receptora y de vivencias lectoras
no aplica o carece de los saberes de que la experiencia lectora aporta e integra en la competencia lectora
es vulnerable ante un texto por las carencias que le ha creado su poco dedicación a la lectura
posee poca disponibilidad (convencionalismos compartidos por el lector respecto al texto, al autor, al grupo cultural y a ello se le añade un limitado repertorio ante los requisitos que muestra el texto (referencias intertextuales, normas, contenidos, etc…)
el lector competente: es el lector ideal pues responde a una capacidad interpretativa correcta; lee buscando la interpretación del texto y su actividad supera el nivel de descodificación y de la comprensión lineal. Por eso el lector competente:
* entiende que la lectura no es un simple acto de reconocimiento de fonemas y grafías, la decodificación de las combinaciones de letras, palabras, etc,.
* sobre pasa el límite de la comprensión como resultado cognitivo del proceso de lectura: hace de la lectura personal un acto de interpretación coherente.
* se centra en la aplicación de las actividades y estrategias de comprensión e interpretación y en las pautas metacognitivas de la actividad lectora.
* mediante estas pautas organiza e identifica las diversas fases de su lectura para aplicar aquellas estrategias que el texto le sugiere.
* este lector competente está dotado de específicos conocimientos previos y experiencias lectoras que le permiten identificar e interpretar legítimamente las referencias textuales, a través de una activa cooperación de su intertexto, en la que intervienen las «ineludibles aportaciones de las variables personales».
Otra cuestión que no deberíamos dejar en el tintero y que a la hora de redactar los currícula y los documentos oficiales parece que no terminamos de reflejarlos ni en la teoría (documentos enviados a la inspección) ni en nuestra praxis diaria), me refiero a las estrategias de lectura. Como prueba de lo que he mencionado más arriba (el no reflejar estas estrategias) intenten buscar en sus currícula algunos de los términos que se citan más abajo.
Las estrategias para mejorar la lectura son de cuatro tipos:
Las de carácter general
la detección de las pautas e indicios discursivos del texto que nos apelan a que integremos nuestras aportaciones: saberes, vivencias, experiencias, sentimientos, etc.
el lector debe saber dejar en suspenso las anticipaciones y/o expectativas ambiguas, hasta que las nuevas apreciaciones textuales confirmen la certeza mediante las «inferencias válidas».
centrarnos en el seguimiento de las estrategias marcadas por el texto: las debemos reconocer como orientadores u organizadores operativos que se ofrecen al lector para guiarle según sus condiciones de recepción.
el lector recurre a reajustes y revisiones para establecer la interpretación coherente.
el lector aplica distintos tipos de estrategias.
las indicadas por las peculiaridades del texto.
se busca las orientaciones operativas («orientadores») que el texto propone como sus propias condiciones de recepción.
la observación de los indicadores de coherencia textual y revisión de las intuiciones comprensivas para articular los distintos componentes textuales, lingüísticos y pragmáticos.
Identificar las claves (palabras, señales, etc…) que hacen inteligible el texto como discurso estructurado y conectado con una tipología textual y con un modelo literario.
valorar el contexto para distinguir las funciones del discurso y utilizar las informaciones procedentes del contexto para formular expectativas de lectura y comprensión.
aplicar las actividades cognitivas del resumen, la relación, supresión, suposición, la inferencia, etc.
C) estrategias de apoyo y estrategias personales.
- la búsqueda de referentes para organizar nuestra lectura: hojear, saltear, saltar a las conclusiones, marcar el texto, etc …
- al estar enfrente de nuestras incongruencias provisiones como lectores, suspender las valoraciones, ignorarlas y seguir leyendo con la finalidad de obtener más y mejor información del texto.
- elaboramos una hipótesis de tanteo, entre las posibles posibilidades que nos ofrece el texto.
- volvemos a leer («releemos») y revisamos las frases, párrafos, secuencias; relectura con atención al contexto.
- consultamos fuentes de información o documentos con la finalidad de verificar la veracidad de lo afirmado en el texto.
D) Estrategias basadas en las distintas fases del proceso lector: metacognición del proceso de lectura.
1.- Estrategias de precomprensión
- Identificación y aplicación de las instrucciones, las orientaciones internas, condiciones de recepción y preestructuras que contiene el texto.
- aportes personales de conocimientos, experiencias y reacciones para dar sentido e interpretar el texto.
- buscamos proposiciones e ideas básicas para poder identificar las funciones de las partes del texto y para concretar una aproximación al significado global del texto.
- propuesta de una hipótesis semántica global o «macroestructura semántica» sobre el contenido y valor del texto.
- adoptamos una perspectiva lógica que debe sostener la coherencia de la lectura.
- mantenemos un avance sobre la inercia lectora, para lo cual no se abandona una hipótesis hasta que se haga evidente su contradicción o inviabilidad.
- establecemos relaciones de inferencia con los conocimientos previos que poseemos como lector y que me servirán para elegir la hipótesis coherente.
2.- Estrategias de anticipación
- como lector me ubico en la perspectiva adecuada que el texto requiere para comprenderlo mejor.
- adopto ciertos criterios para establecer una coherencia comprensivo-interpretativa que me resulte válida en función de los valores contextuales y/o contextuales identificados en el texto, estableciendo de esta forma una guía personal en el proceso lector.
- formulo algunas expectativas: genérica, particularizadas u ocasionales.
- reviso el planteamiento de las expectativas y de las inferencias que he formulado para proceder a realizar los cambios en mi planificación y a la reformulación de propuestas concretas: control de la proliferación de hipótesis/expectativas.
- procedo a sistematizar los datos percibidos para enlazar su sistema de referencia (el texto del lector) con el sistema del texto a leer (texto literario): comprobación de la sucesiva plausibilidad de mis expectativas al leer.
3.- Estrategias de comprensión e interpretación.
- la recreación semántica y significativa del texto, sin limitarse a la identificación de secuencias lingüísticas aisladas.
- establezco correlaciones entre lo expuesto en el texto, mis saberes y mis creencias y valores que poseo como lector.
- valoro la eficacia de las actividades realizadas en mi proceso lector.
- valoro la interacción mantenida en el texto y yo para decidir sobre la efectividad de la lectura respecto a la comprensión y la interacción.
- establezco una recreación interpretativa del texto, cuyas diferentes virtualidades significativas las trato en distintas opciones.
Todas estas estrategias y otras nos llevan a considerar la lectura como a considerar que el sentido atribuido a una obra o texto en cada acto de lectura está directamente influido por los diversos ejemplos y experiencias de recepción en que ha participado el lector. Lo que he afirmado últimamente tiene mucho que ver con la iniciativa del adulto de hacer leer al niño a una edad más temprana. En otro artículo (PINTADO, 2009) ya mencioné que el niño empieza a leer a los tres meses y sin ningún problema, naturalmente a esta edad el niño no lee códigos gráficos, sino los gestos que el adulto le ofrece y como recompensa el adulto recibe una imitación del niño; es a partir de este momento cuando el niño prepara todo su potencial fisiológico para la pronunciación de fonemas, es más se sabe que el bebé a los seis meses es capaz de emitir cualquier sonido de cualquier lengua de las existentes en el mundo (y más si ese mundo es su mundo materno y/o paterno); con esta imitación prepara su boca para poder hablar, e indudablemente lo hace poco a poco empezando por fonemas fáciles de recordar (los repite mucho) hasta llegar a los más complejos. En este juego del lenguaje es fundamental que el adulto cuente historias que posteriormente el niño las repetirá; esta actividad le llama mucho la atención si va acompañada de imágenes que pueda manipular. El hecho de contarle un cuento antes de dormir, mientras lo lavamos, o incluso antes de ir a dormir le proporcionan una muy buena experiencia lectora y toma del mundo del adulto una experiencia de vida en la que cuando le sea factible el juego imitará la vida del adulto y al equivocarse podrá percibir el como y el porqué de esa equivocación, y posteriormente tomar las decisiones oportunas; esto no pasa en la vida del adulto: si éste se equivoca le puede acarrear graves dificultades y no tiene la posibilidad del retorno para corregir los errores cometidos (el niño sí).
Copyright y todos los derechos reservados - ISSN: 1989-0966
Per citar l'article
“Pintado, Jose Mª. (2011). Las Competencias y/o Capacidades básicas. IN. Revista Electrònica d’Investigació i Innovació Educativa i Socioeducativa, V. 2, n. 2, PAGINES 49-74. Consultado en http://www.in.uib.cat/pags/volumenes/vol2_num2/pintado/index.html en (poner fecha)”