Introducción: La Unión Europea y el multilingüismo
Vivimos en un entorno crecientemente multilingüe. El informe final de la Comission of the European Communities (2007, p. 8), en concreto de su High Level Group on Multilingualism, define el multilingüismo así: “the ability of societies, groups and individuals to engage, on a regular basis, with more than one language on their day-to-day lives”. Contrariamente a lo que a menudo se piensa, el bilingüismo y el multilingüismo constituyen la norma, no la excepción, en numerosos lugares del mundo. Según la versión online de la publicación The Ethnologue (Gordon, 2005) se estima que aproximadamente la mitad de la población mundial es funcionalmente bilingüe o multilingüe. Este hecho explica el creciente interés por investigar los beneficios y retos de crecer con más de una lengua, así como el hecho de que este fenómeno se haya aproximado desde una variedad de perspectivas, que incluyen la lingüística, la psicológica y la sociológica (ver Wei, Dewaele y Housen, 2002).
La preocupación por impulsar el aprendizaje de lenguas en el sí de la Comisión Europea (CE) ha crecido exponencialmente en los últimos tiempos. El multilingüismo tiene ahora dossier propio desde el 1 de enero de 2007 (10). De este modo la Unión Europea (UE) intenta promover una política lingüística más coherente y de mayor alcance, donde se impulsen no únicamente las lenguas oficiales de los estados miembros, sino también las regionales y minoritarias, las de los inmigrantes llegados a Europa, así como las principales lenguas del mundo.(11) Las lenguas se ven no sólo como un beneficio para el individuo, sino como elementos clave para la cohesión social y el crecimiento económico. No es de extrañar, por tanto, que el objetivo final de la CE sea que los ciudadanos europeos puedan utilizar al menos otras dos lenguas además de la propia: “El objetivo de la Comisión a largo plazo es potenciar el multilingüismo individual hasta que cada ciudadano tenga un conocimiento práctico de al menos dos idiomas además de su lengua materna” (Comisión de las Comunidades Europeas, 2005, p. 3-4).
En el contexto no sólo europeo sino de un mundo globalizado, el aprendizaje de lenguas extranjeras tiene ahora más que nunca una importancia capital. Ello hace que la preocupación por encontrar enfoques metodológicos adecuados y entornos eficientes para la adquisición de idiomas tenga hoy en día una gran relevancia social. La introducción temprana de lenguas segundas o extranjeras(12) en el contexto escolar o la enseñanza integrada de contenidos curriculares y lengua son dos de las estrategias promovidas por la UE que han florecido en los últimos tiempos.(13) El inglés ha ido ganando terreno como lengua franca de comunicación europea e internacional. En torno al 90% de los escolares europeos de educación secundaria estudian dicho idioma según datos de Eurydice (2005). Esta tendencia se refleja también en un reciente Eurobarómetro (TNS Opinion & Social, 2006), de acuerdo con el cual el inglés continúa ganando posiciones como lengua extranjera más ampliamente hablada. El reto actual, en consecuencia, radica en encontrar fórmulas que hagan compatible el avance de la lengua global con la defensa y promoción de las lenguas locales.
10 Dicho dossier se ha asignado a uno de los nuevos comisionados, el Sr. Leonard Orban, mientras que hasta ahora, desde la presidencia del Sr. José Manuel Barroso, el multilingüismo formaba parte del dossier de uno de los comisionados, y con anterioridad a dicha presidencia ni siquiera tenía tal consideración.
11 En la UE, además de sus veintiuna lenguas oficiales, se hablan sesenta lenguas autóctonas aproximadamente y decenas de lenguas no autóctonas de las comunidades inmigrantes.
12 Utilizaremos la etiqueta ‘segunda lengua’ para referirnos a cualquier lengua que se aprenda con posterioridad a la adquisición de un primer sistema lingüístico, con independencia de que se trate de una lengua ‘segunda’, ‘tercera’, ‘cuarta’, o ‘quinta’. Distinguiremos entre una lengua‘segunda’, con amplia presencia social en la comunidad en la que se aprende, y lengua ‘extranjera’, o lengua aprendida fuera de la comunidad de habla de la misma.
13 En su informe de 2005, la Comisión de las Comunidades Europeas se refiere explícitamente a estas dos estrategias. En cuanto al aprendizaje integrado de contenidos e idiomas, el informe indica que es un sistema en auge en Europa. Por lo que se refiere al aprendizaje de idiomas en una edad temprana, el informe apunta que al menos la mitad de los alumnos de primaria europeos aprenden un idioma extranjero, si bien advierte lo siguiente: “las ventajas del aprendizaje de idiomas a una edad temprana sólo se suman si se forma específicamente a los profesores para que enseñen a niños pequeños, las clases son suficientemente reducidas, se dispone de materiales de formación adecuados y el plan de estudios dedica el tiempo suficiente a las lenguas” (p. 6).
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Per citar l’article
“Juan, M. (2008). Contexto y contacto en el aprendizaje de lenguas extranjeras. IN. Revista Electrònica d’Investigació i Innovació Educativa i Socioeducativa, V. 1, n. 0, PAGINES 47-66. Consultado en http://www.in.uib.cat/pags/volumenes/vol1_num0/maria_garau/index.html de l’article en (posar data)”